A la sombra del último sol
se había quedado somnonliento un pescador
y tenía un surco a lo largo de la cara
como una especie de sonrisa.
Vino a la playa un asesino,
dos ojos grandes de niño,
dos ojos enormes de miedo
eran los espejos de una aventura.
lala lalalala lala la
Y pidió al viejo: "Dame el pan,
tengo poco tiempo y demasiada hambre."
Y pidió al viejo: "Dame el vino,
tengo sed y soy un asesino."
Los ojos abrió el viejo al día,
No se miró tampoco alrededor
pero vertió el vino y partió el pan
para quien decía 'tengo sed y tengo hambre'.
lala lalalala lala la
Y fue el calor de un momento,
después de nuevo hacia el viento,
delante de los ojos todavía el sol,
a su espalda un pescador.
A su espalda un pescador
y la memoria es ya dolor
es ya el pesar de un abril
jugada a la sombra de un patio
lala lalalala lala la
Vinieron en caballo dos gendarmes,
vinieron en caballo con las armas.
Preguntaron al viejo si por allí cerca
había pasado un asesino.
Pero a la sombra del último sol
se había quedado somnonliento un pescador
y tenía un surco a lo largo de la cara
como una especie de sonrisa.
Y tenía un surco a lo largo de la cara
como una especie de sonrisa.
ala lalalala lala la