¡El dulce sonido de su voz me colmó!
Ah, ¡esa voz que desciende cuesta abajo hasta mi corazón!
¡Edgardo! Soy sólo tuya. ¡Edgardo, ah! ¡Edgardo mío! ¡Sí, soy sólo tuya!
He huido de tus enemigos.
¡Un escalofrío serpentea en mi pecho!
¡Tiembla cada fibra!
¡Vacila mi pie!
¡Siéntate aquí, junto a mí por un momento, cerca de la fuente! Sí, siéntate cerca de la fuente
Ay de mí, ¡el tremendo fantasma se levanta y nos separa!
Aquí nos quedemos, Edgardo, al pie del altar.
¡Rosas esparcidas sobre él!
Una armonía celestial, dime, ¿acaso no lo oyes?
Ah, ¡suena la marcha nupcial!
¡Nuestro ritual está casi listo! Oh, ¡estoy tan feliz!
Oh, ¡una alegría que no puede decirse, sólo sentirse!
¡Arden los inciensos!
¡Brillan las sagradas antorchas, brillan alrededor!
¡Aquí está el ministro!
¡Dame la diestra!
Oh, ¡día de alegría!
Finalmente soy tuya, finalmente eres mío,
Un Dios te entregó a mí
Cada placer es más grato
Si lo comparto contigo
Del misericordioso cielo, una sonrisa
La vida será nuestra.