Y para vivir en soledad, en paz y silencio,
en los confines de la realidad,
mientras en Auschwitz soplaba fuerte el viento
y ventilaba la piedad,
has dejado las cosas del mundo,
el pensamiento profundo de los vuelos insondables,
por una luz que sentiste dentro, las verdades invisibles.
¿Dónde estará Edith Stein?
¿Dónde estará?
Las mañanas de mayo llenaban el aire
los perfumes en los claustros del Carmelo de Echt.
Dentro de la clausura, alguien que pasaba,
seleccionaba los ángeles.
Y en tu deseo de cielo, una voz en el aire se escuchó:
los hebreos no son hombres.
Y sobre un camión o una moto, lo que sea,
te llevaron a Auschwitz.
¿Dónde estará Edith Stein?
¿Dónde estará?
Y para vivir en soledad, en paz y silencio
en el Carmelo de Echt.