Mientras el bufón andaba:
El jardín quedaba inmóvil;
Ruego su alma
De posarse a su ventana.
Y los búhos empezaron a llamar
Cuando el alma se alzó, vestida de azul
Su voz estaba acertada al pensamiento
de su paso tranquilo y ligero... tan ligero.
Pero la reina no quiso escucharle;
Se envolvió en su camisa de dormir,
El pesado tragaluz tiró hacia ella
Y la aldaba bajó.
Y ruego su corazón de ir hacía a ella,
Cuando los búhos dejaron de gritar;
en un vestido rosado ondeando
Cantó para ella más allá del umbral... más allá del umbral.
Era dulce su voz como el sueño
de esta cabellera ondeando;
Pero de su mesa, cogió el abanico
Y lo hizo volar a lo lejos.
Y entonces, el bufón pensó "tengo un gorro de cascabeles"
Hacía a ella lo mandaré y entonces después, moriré... después moriré;
Cuando la mañana se volvió blanco
Dejó el gorro delante de su paso.
Y en su pecho ella lo puso,
Bajo el velo de sus cabellos,
Una canción le cantaron sus labios
En cuanto las estrellas crecieron en el aire.
Abrió su puerta y su ventana,
Su alma y su corazón, hizo entrar... le hizo entrar.
Este rojo vino a su derecha
Este azul vino a su izquierda.
Hicieron un ruido como grillos,
Un balbuceo suave y sabio.
Sus cabellos eran tales una flor todavía cerrada
La quietud del amor era a sus pies... era a sus pies.