Ella es como la mujer que baja por el camino
o sencillamente la mujer que sube por la calle,
como cualquier otra madre que conozcas.
Para mí, ella es la única que tenía planeado
llevarnos a todos al País de la Maravillas,
siempre nos quiso llevar.
Y dijo:
No estéis nunca solos,
recordad, siempre estaré al cuidado.
Donde quiera que estéis,
recordad, allí estaré.
Y, como cualquier otra mujer que conozcamos,
tiene una sonrisa tan radiante y dulce,
y un pelo tan blanco como la nieve recién caída.
Aunque la vida nunca es fácil día tras día,
tiene una manera especial
de hacernos sonreír cuando estamos decaídos.
Y dice:
No estéis nunca solos,
recordad, siempre estaré al cuidado.
Donde quiera que estéis,
recordad, allí estaré.
No estéis nunca solos,
recordad, allí estaré.
Allí estaré.
Allí estaré.