El alba cae.
Hay un azul en el cielo.
Tu rostro ante mí aunque no sé por qué.
Los pensamientos desapareciendo como lágrimas de la luna.
Esperando aquí, mientras me siento en la piedra.
Vinieron ante mí, esos hombres del sol.
Las señales de los cielos dicen que soy la indicada.
Ahora estás aquí, puedo ver tu luz.
Esta luz que debo seguir.
Tú, puede que te lleves mi vida muy, muy lejos.
Ahora sé que debo dejar tu hechizo.
Quiero el mañana.