Intenté dejarte, no lo niego,
cerré el libro que hay en nosotros al menos cien veces.
Me despertaría cada mañana a tu lado.
Los años pasan, pierdes tu orgullo.
El niño llora, así que no sales,
y todo tu trabajo está justo ante tus ojos.
Buenas noches, querida, espero que estés satisfecha,
la cama es algo estrecha, pero mis brazos están abiertos.
Y aquí hay un hombre que sigue trabajando por tu sonrisa.