Mi esposo me dejó anoche,
me dejó a mí, su esposa, pobre y sola.
Yo cocino y él se da la buena vida,
y ahora estoy demasiado vieja para el resto de mi vida
para él, oh, él, oh, Dios.
Hablo porque puedo
a cualquiera en quien confíe lo suficiente para que me escuche,
tú hablas porque puedes,
a cualquier que escuche lo que digas.
Juro que no lo decidí yo,
solía ser tan amable.
Nunca anduve en bicicleta hasta el mar,
nunca terminé la carta que estaba escribiendo,
nunca me levanté y dije algo
que valiera la pena, para él, para mí.
Durmiente agraciado,
tú, soñador de medianoche,
estoy anonadada por tu sonido,
estoy anonadada por tu sonido.
Juro que no lo decidí yo,
alcanzar a alguien sabio.
Solía ser tan amable,
solía ser tan amable.
Cuando llega la mañana estaremos bailando en el suave césped,
cuando tiembles de ira, ira que te impide tomar mi llamada.
Cuando corras por la carretera,
cantando "Soy el rey, el rey de todos ustedes!.
Cuando mires a donde todo comenzó
estaré ahí, saludándote.
Nunca anduve en bicicleta hasta el mar,
nunca estuve seguro de en qué creer,
nunca me levanté y dije algo
que valiera la pena, para él, para mí.