El encanto de París parece de alguna manera tristemente alegre
La antigua gloria de Roma pertenece a otros tiempos
He estado tremendamente solo y olvidado en Manhattan
Voy a casa, a mi ciudad junto a la Bahía
Dejé mi corazón en San Francisco
En lo alto, en una colina, me está llamando
Para estar a la mitad del camino que va hacia las estrellas, adonde llegan los pequeños teleféricos
La niebla de la madrugada puede que enfríe el aire, no me importa
Mi amor está esperando en San Francisco
Sobre el azul y tempestuoso mar
Cuando llegue a casa, a ti, San Francisco
Tu sol dorado brillará para mí