Tú viste al sagaz Salomón
Tú sabes lo que vino de él
De lo que su complejidad parecía planear
Él maldijo la hora que lo dio a luz
Y vio que todo era en vano.
Que grande y sabio era Salomón
El mundo, de cualquier forma, no iba a esperar
Pero pronto observó lo que lo estaba siguiendo.
Es sabiduría lo que lo trajo a su estado
Qué afortunado es el hombre sin nada.
Tú viste el coraje que seguía a César
Tú sabes en lo que se convirtió
Ellos lo deificaron en vida
Entonces lo asesinaron de la misma manera
Y mientras alzaban el fatal cuchillo
Qué alto lloraba ¡Tú también, mi hijo!
El mundo, de cualquier forma, no iba a esperar
Pero pronto observó qué lo estaba siguiendo
Es coraje lo que lo trajo a ese estado
Qué afortunado el hombre sin nada.
Tú oíste al honesto Sócrates
El hombre que nunca mentía:
Ellos no estuvieron tan agradecidos como tú piensas
En cambio los gobernantes arreglaron para mantenerlo probado
Y le entregaron la bebida envenenada
Qué honesta fue la gente del noble hijo.
El mundo, de cualquier forma, no iba a esperar
Pero pronto observó qué lo estaba siguiendo
Es honestidad lo que lo trajo a su estado
Qué afortunado el hombre sin nada.
Aquí puedes ver respetables personas
Manteniendo sus propias leyes de Dios.
Tan lejos él no estaba tomando atención
Tú quien se sentó a salvo en sitios cálidos
Ayuda a aliviar nuestra amarga necesidad
Cuán virtuosamente hemos empezado
El mundo de todas maneras no iba a esperar
Pero pronto observó qué lo estaba siguiendo.
Es miedo a Dios lo que nos trajo a este estado
Cuán afortunado es el hombre sin nada.