Hay una casa al borde del mar
Dos hermanas celosas me están esperando
Y una está acostada en el piso
Y la otra está cambiando las cerraduras de las puertas
Y yo estuve comprando el tiempo en mis rodillas
Y estuve vendiendo sus frazadas sobre las que ellas sangran
Al rededor de la casa al borde del mar
El perfume de rosas y hojas de frambuesa
Y hay humo en mi ropa
Demasiado tiempo con solamente humo en mi nariz
Y estuve haciendo el significado que les falta
Y estuve quemando ese libro que vuelven a leer
Hay una casa al borde del mar
Y un océano entre la casa y mí
Y como la forma de una ola
Las hermanas celosas cantarán sobre mi tumba
Y vivo para correr hacia donde me guiaron
Y me muero por levantarme de su cama
Y estuve salvando mi cuello de su cadena
Y ellas cambiaron el sonido de mi nombre
Y mientras duermo nado hacia ellas
Y sueno de nuestro amor y nuestra libertad