Oíd, mortales, el grito sagrado:
¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!
Oíd el ruido de rotas cadenas,
ved en trono a la noble igualdad.
Ya su trono dignísimo abrieron,
las provincias unidas del sur.
Y los libres del mundo responden
al gran pueblo argentino: ¡Salud!
Al gran pueblo argentino: ¡Salud!
Y los libres del mundo responden
al gran pueblo argentino: ¡Salud!
Y los libres del mundo responden
al gran pueblo argentino: ¡Salud!
Sean eternos los laureles
que supimos conseguir,
que supimos conseguir.
Coronados de gloria vivamos,
o juremos con gloria morir.
¡O juremos con gloria morir!
¡O juremos con gloria morir!