Temprano una mañana antes de que el sol saliera
Y los pájaros comenzaran a cantar
La troll de las montañas se propuso al justo caballero
y le habló con lengua falsa
Herr Mannelig, herr Mannelig, ¿os desposaréis conmigo
Por lo que ofrezco tan gustosa?
Bien podéis responder sólo si o no
Si queréis o no
Yo os daré doce veloces corceles
Que pastan en la arboleda rosada
Nunca llevaron sillas sobre ellos
Ni tampoco bridas en sus bocas
Yo os daré doce molinos
Que están entre Tillo y Terno
Las muelas son del mejor oro rojo
Y la rueda cubierta de plata
Yo os daré una espada dorada
que tintinea con anillos de oro
Y combate cuanto quieras combatir
Que en el campo de batalla bien ganarás
Yo os daré una camisa nueva
La mejor y más lustrosa para llevar
No ha sido cosida con aguja o hilo
Sino con ganchillo de la más blanca seda
Regalos como estos aceptaría encantado
Si fueras una dama cristiana
Pero sé que eres la peor troll de las montañas
De espíritus malignos y el diablo creada.
La troll de las montañas corrió a través de la puerta
sacudiéndose y lamentándose duramente
"Si hubiera tenido a ese justo caballero
habría acabado mi tormento"
Herr Mannelig, herr Mannelig, ¿os desposaréis conmigo
Por lo que ofrezco tan gustosa?
Bien podéis responder sólo si o no
Si queréis o no