"El señor Holkin mi favor ha ganado
-Prométeme rosas salvajes-
para darle mi corazón solo a él."
-Mientras los demás duermen, él está despierto en la tarde-
"Y si el señor Holkin tu corazón ha ganado,
en mi casa no volverás a vivir."
Y la reina querría enseñar a todas sus sirvientas
cómo mantener su honor libre de daños.
"¡Oh, si tuviera yo un amigo de confianza,
para llevarle la noticia al señor Holkin ahora! "
La sirvienta más falsa habló rápidamente:
"Yo soy el mensajero que buscáis."
Y cuando ella llegó a casa del señor Holkin,
ante ella se encontraba él.
"La joven Kerstin me ha enviado aquí,
pidió que cabalguéis hasta ella esta noche.”
"Ella os ha dado una hija
y es más oscura que la más negra arcilla."
"Entonces dale estas botellas de vino,
para que olvide todo el dolor en su mente.”
"Dile que no se lamente ni llore,
en la mañana cabalgaré yo hasta ella."
La falsa sirvienta caminó hasta la orilla del río.
Ahí bebió el vino y llenó las botellas con agua.
"El señor Holkin ha enviado esta agua como una señal,
de que nunca más cabalgará hasta vos."
Él estaba parado no muy lejos,
y oyó cada palabra que esta sirvienta exclamó.
"Oh Kerstin, no te alejes de mí.
Yo a ti nunca defraudaría."
"La sirvienta falsa será enterrada viva en la arcilla,
porque un corazón inocente ella intentó traicionar."