El tedio inútil de otro día,
las interminables fachas1 de un chico roquero de la muerte.
Mascara2 segura y labial perdido,
brillantina quemada
por pemsaientos incesantes de ser olvidado.
Y en tus máquinas tristes
te quedarás por siempre,
desesperado e insatisfecho
de quien quiera que seas
y eres una estrella.
En algún lugar,
él baja su cabello sobre una sonrisa torcida.
Un diamante escondido que no puedes encontrar,
una estrella secreta que no puede brillar hacia ti.
¡Que el Rey de la melancolía
sea por siempre maldito!
Y en tus máquinas tristes
te quedarás por siempre,
quemándote en la velocidad,
perdido dentro de los sueños de
máquinas adolescentes.
Los inútiles fachas, los días vacíos,
las torres solitarias de largos errores
para rostros olvidados y amores desvanecidos,
sentarse tranquilamente nunca fue suficiente.
Y si cedes, entonces te rindes.
Pues en tus máquinas tristes
te quedarás por siempre,
quemándote en la velocidad,
perdido dentro de los sueños de
máquinas adolescentes.
1. vestimenta2. rimel para pestañas.