Te estoy mirando de nuevo, ¿dónde estás?
Mis días se han convertido en noche, estoy apenado.
No puedes saber cuántas noches te he esperado.
Como no has venido, he añadido más a mi pena.
Ven, sé mi amor, sé mi amante.
Sé mi sultán, sé mi firmán.*
Sé la cura para mis dolores, caprichosa.
Tengo mis ojos llenos de amor.**
Te demoras en mi corazón, siempre así.
Tu pelo está soplando hacia mi corazón herido.
Usted es otra vez la única cura para mi miserable estado.