Hay fiesta en la Morería,
es día de procesión
de la Virgen de la Salud.
Incluso Rosa María,
de la calle del Capellán,
parece tener virtud.
En aquel barrio fadista
se acalló el guitarreo:
no se canta en ese día,
vieja tradición del barrio,
vibran en el aire campanadas,
hay fiesta en la Morería.
Colchas ricas en las ventanas,
pétalos sueltos por el suelo,
almas creyentes, pueblo rudo.
Va la fe por las callejas,
es día de procesión
de la Virgen de la Salud.
Después de un corto rumor,
profundo silencio pesa:
por la Plaza de la Guía,
pasa la Virgen en andas.
Todos se arrodillan y rezan,
incluso Rosa María.
Como petrificada,
en fervorosa oración,
es tal es su actitud,
que la rosa ya deshojada
de la calle del Capellán
parece tener virtud.