El día primero aquel
lleno de emoción y ruido
alguien dijo conmovido y feliz:
¡Gracias Fidel!
Y el pueblo después de un año repite:
¡Gracias Fidel!
Y el pueblo después de un año repite:
¡Gracias Fidel!
Y pusieron un cartel
con la frase mencionada
repitiendo alborozada y feliz:
¡Gracias Fidel!
Y el pueblo después de un año repite:
¡Gracias Fidel!
Y el pueblo después de un año repite:
¡Gracias Fidel!
Y empezamos a tener
leyes revolucionarias:
la ley de reforma agraria
y la ley del alquiler.
Y el pueblo después de un año repite:
¡Gracias Fidel!
Y el pueblo después de un año repite:
¡Gracias Fidel!
Y una ley tras otra ley,
leyes para los de abajo,
para el hombre sin trabajo
muerto de hambre en el batey.
Y el pueblo después de un año repite:
¡Gracias Fidel!
Y el pueblo después de un año repite:
¡Gracias Fidel!
Y como el pueblo sincero
aplaudía entusiasmado
todos los siquitrillados
arrancaron el letrero.
Y el pueblo después de un año repite:
¡Gracias Fidel!
Y el pueblo después de un año repite:
¡Gracias Fidel!
Que quitaran el cartel
eso era asunto sabido,
pero el pueblo agradecido repite:
¡Gracias Fidel!
Y el pueblo después de un año repite:
¡Gracias Fidel!
Y el pueblo después de un año repite:
¡GRACIAS, FIDEL!