Padre nuestro en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga tu reino,
ocurra tu voluntad,
tanto en el cielo como en la tierra
y perdónanos nuestra culpa
y no nos conduzcas a la tentación,
sino sálvanos de todo mal.
Os doy amor,
os doy esperanza,
pero sólo aparentemente,
porque las masas quieren ser engañadas.
Dios es una estrella del pop
y el espectáculo empieza.
Dios es una estrella del pop,
el aplauso es grande.
Dios es una estrella del pop,
el mundo le pertenece.
Dios es una estrella del pop,
hasta que caiga el telón.
Padre nuestro en el cuelo,
santificada sea la mentira,
perviértase mi carne,
ocurra mi voluntad
y danos el cielo en la tierra
y perdónanos nuestra codicia
y ahora condúcenos a la tentación
y entonces sálvanos de todo mal.
Somos tan dichosos,
amamos todas las apariencias,
El mundo es divino,
estamos juntos y solos.
Somos tan dichosos,
por eso os ponéis en fila.
El mundo es divino,
la mentira os hará libres.