Tú querías que te dejara de querer
y lo has conseguido
después de pasarme las noches enteras
llorando por ti.
Qué ingrato
que después de haberte dado
lo más bello de mi vida,
hoy no quieras saber más de mí.
Yo no sé si te olvidaste ya de mí,
probablemente...
Fue tan poco tu cariño para mí
que ahora el que tienes.
Otro amor lo gozará,
sabrá Dios quién.
¡Qué buena suerte!
¡Qué lo disfrutes!
¡Qué lo aproveches!
Pero no me pidas
que te vaya yo a olvidar,
es imposible,
porque es más fácil
que te vuelva yo a querer,
a que te olvide.
(se repite desde: Yo no sé si te olvidaste...)