Me yergo, solo, en la oscuridad.
El invierno de mi vida llegó tan rápido.
Los recuerdos retroceden hasta la infancia,
a días que aún recuerdo.
Oh, qué feliz era entonces.
No había tristeza, no había dolor.
Caminando por los campos verdes
con la luz del sol en los ojos.
Aún sigo ahí, en todas partes.
Soy el polvo en el viento,
soy la estrella en el cielo del norte.
Nunca me quedé en ninguna parte,
soy el viento en los árboles.
¿Me esperarás por siempre?
¿Me esperarás por siempre?
¿Me esperarás por siempre?