Cuando pongas todo tu empeño, pero nada te salga bien;
cuando consigas lo que quieras, pero no lo que necesites;
cuando estés tan cansada, pero no puedas dormir;
atrapada en los reveses1.
Y las lágrimas resbalen por tu rostro
cuando pierdas algo que no puedas reemplazar,
cuando quieras a alguien, pero todo se vaya al traste.
¿Podría ser peor?
Los semáforos te guiarán a casa
y te encenderán los huesos,
y yo procuraré atenderte.
Y ya sea en lo más alto o en lo más bajo,
cuando estés demasiado enamorada para ignorarlo,
si nunca lo intentas, nunca te enterarás
de lo mucho que vales.
Los semáforos te guiarán a casa
y te encenderán los huesos,
y yo procuraré atenderte.
Las lágrimas resbalan por tu rostro
cuando pierdes algo que no puedes reemplazar.
Las lágrimas resbalan por tu rostro,
y yo...
Las lágrimas resbalan por tu rostro,
te prometo que aprenderé de mis errores.
Las lágrimas resbalan por tu rostro,
y yo...
Los semáforos te guiarán a casa
y te encenderán los huesos,
y yo procuraré atenderte.
1. En las adversidades.