Déjenme cantarles una canción, muchachos, de fuego y llama
De un barco de munición francés, el Mont Blanc era su nombre
Cómo la valiente Nueva Escocia nunca fue la misma
En la mañana cuando Halifax ardió
Fue a principios de diciembre de 1917
Estaba lleno hasta las branquias1con TNT de grado A
Estaban destinados2a los combates en la alta Alemania.
Cuando hacia ellos el otro barco giró
El barco noruego, Imo, algunas fallas en sus engranajes
Él golpeó el costado del Mont Blanc como la más poderosa de las lanzas
Entonces el benzol encendió los peores temores del capitán
Mientras el fuego consumía de proa a popa
La gente miraba desde sus seguras habitaciones distantes
Veía el hollín y el humo llenar el cielo con sus columnas de humo
Pero dentro de la carga del barco se escribirían todas sus fatalidades
¿Cómo iban a saber3estar preocupados?
La tripulación se dirigió a la orilla para no quemarse o ahogarse.
Gritaron "¡Salven sus almas!" mientras corrían por la ciudad
Pero sus advertencias no eran más que extraños sonidos desconocidos.
Porque la gente del pueblo no había aprendido francés
Un hombre, Patrick Colman, empleado del ferrocarril
Envió el mensaje "Detén los trenes o todos serán destruidos.
Este será mi último mensaje, adiós muchachos ".
Porque la muerte de un verdadero héroe se había ganado
Una explosión colosal cuando explotaron las municiones
Devastación y escombros disparadas a través de millas
El Mont Blanc se había ido y la ciudad con él también
Y las aguas se enfurecieron en retribución
Ellos fueron héroes y ángeles todos destinados a morir
Más de dos mil almas puestas a descansar en poco tiempo
Siempre recordaremos y levantaremos un vaso en alto
A la mañana cuando Halifax ardió
1. completamente lleno2. los explosivos3. que debían