En la guerra de Valois
El señor de Vly murió
si fue un valiente héroe
no se sabe, no es seguro todavía.
Pero la dama abandonada
lamentando su muerte
por mil años, y quizás más,
llorará su triste suerte.
Hila la lana, hila tus días,
ilusionándote todavía que él volverá,
libro de dulces sueños de amor,
abre las páginas a su dolor.
Regresaron por cientos y miles
los guerreros de Valois,
Regresaron a sus familias,
en los palacios, en las ciudades.
Pero la dama abandonada
no se encontrará de nuevo con su amor
y el gran tronco en la chimenea
no servirá para calentar su corazón.
Hila la lana, hila tus días,
ilusionándote todavía que él volverá,
libro de dulces sueños de amor,
abre las páginas a su dolor.
Caballeros que en batalla
ignoran el miedo:
Que sea estrecha su malla,
bien templada la armadura,
Al enemigo que les asalta
estén listos a dar respuesta,
porque fuera de esta muralla
Se les espera sin parada.
Hila la lana, hila tus días,
ilusionándote todavía que él volverá,
libro de dulces sueños de amor,
cierra las páginas a