Adiós, Angelina,
las campanas de la corona
están siendo robadas por bandidos,
debo seguir su sonido.
El triángulo tintinea
y las trompetas tocan lento,
Adiós, Angelina
el cielo se está incendiando
y yo debo irme.
No hay necesidad de enojarse,
no hay necesidad de culparse,
no hay nada que demostrar
todo sigue igual,
es sólo una mesa vacía
al borde del mar.
Adiós, Angelina,
el cielo está temblando
y yo debo irme.
Las sotas y las reinas
han abandonado el patio real.
Cincuenta y dos gitanos
se presentan ahora ante los guardias
en el espacio en el que dos naipes
y el as una vez corrieron salvajemente.
Adiós, Angelina,
el cielo se está replegando,
te veré en un rato.
Mira a los piratas tuertos sentados,
posados en el sol
disparando latas
con una escopeta de caño recortado,
y los vecinos aplauden
y festejan cada estallido.
Adiós, Angelina
el cielo está cambiando de color
y yo debo irme rápido.
King Kong, los enanitos
bailan en el techo
tangos del tipo de Valentino
mientras que el maquillista
cierra los ojos de los muertos
para no avergonzar a nadie.
Adiós, Angelina
el cuelo está avergonzado
y yo debo irme.
Las ametralladoras rugen,
las marionetas empujan rocas,
los demonios clavan bombas de tiempo
a las manillas de un reloj,
llámame como quieras,
nunca lo negaré.
Adiós, Angelina
el cielo está haciendo erupción,
debo irme a un lugar tranquilo.