Una vez, como mi corazón recuerda,
todas las estrellas eran brasas caídas.
Una vez, cuando la noche parecía ser para siempre,
yo estaba contigo.
Una vez, en el cuidado de la mañana,
en el aire todo era perteneciente.
Una vez, cuando ese día estaba amaneciendo,
yo estaba contigo.
Qué lejos estamos de la mañana,
qué lejos estamos
y las estrellas brillando a través de la oscuridad,
cayendo en el aire.
Una vez, mientras se iba la noche,
en nosotros, nuestros sueños tejían.
Una vez todos los sueños valían la pena guardar,
yo estaba contigo.
Una vez, cuando nuestros corazones cantaban,
yo estaba contigo.