Voy andando, cantando,
tengo el sol frente a mí.
Tan caliente, brillante,
siento el fuego a flor de piel.
Tan caliente, besando
como si fueses tú.
A lo lejos, distante,
queda el mar en el horizonte.
Es en él, sin duda,
donde tu alma se esconde.
Necesitado, esperando,
ese mar eres tú.
Puede la noche tener otro color,
puede el viento ser más frío,
puede la luna subir en el cielo,
yo ya voy descendiendo el río.
En la desembocadura, revuelta,
cierro los ojos, pienso en ti.
Tan cerca, que despierto,
hay un alma frente a mí.
Tan caliente, besando,
sin duda eres tú.
Puede la luna subir en el cielo
y las nubes la noche tapar,
puede la oscuridad ser como la brea,
finalmente te encontré.
Voy andando, cantando,
tuve el sol frente a mí,
tan caliente, brillando,
que la nostalgia me dejó.
Para siempre,
sin duda,
mi amor eres tú.