Cuando digo que dejé de amarte,
es porque te amo.
Cuando digo que ya no te quiero,
es porque te quiero.
Tengo miedo de darte mi corazón
y de confesar que estoy en tus manos,
pero no me puedo imaginar
lo que sería de mí
si te perdiera un día.
Me alejo y me defiendo de ti,
pero después me entrego.
Finjo, digo cosas que no soy,
pero después lo niego.
Pero la verdad
es que estoy loco por ti
y tengo miedo de pensar en perderte.
Tengo que aceptar que no hay manera
de separar nuestras vidas.
Y en esa locura de decir que no te quiero,
voy negando las apariencias,
disfrazando las evidencias.
Pero para qué vivir fingiendo
si no puedo engañar a mi corazón.
Sé que te amo,
basta de mentiras,
de negar mi deseo.
Te quiero más que a ninguna otra cosa,
necesito de tus besos.
Te entrego mi vida
para que hagas lo que quieras de mí,
sólo quiero oírte decir que sí.
Di que es verdad, que me echas de menos,
que todavía piensas mucho en mí.
Di que es verdad, que me echas de menos,
que todavía quieres vivir conmigo.