Hoy vi a mi padre junto al cementerio,
se vía bastante sombrío, buscando a su madre.
Cuando finalmente la encontró, dijo que estaba diferente,
todo está diferente, en realidad nada ha cambiado.
Mi hermano recordaba que estábamos sentado en el pasillo
esperando a mi padre, los dos teníamos miedo.
Cuando el pomo de la puerta giró, corrimos hacia la escalera,
en busca de refugio, tratando de escapar.
Un lazarillo tenía que cumplir el papel que realmente
nunca le permitirías a la madre de tus hijos cumplir.
Tu oficina era una mazmorra donde escondías tu miedo
de lo que realmente pasaría si nadie viniera.
Me pregunto si te culpaste cuando te dejó
cuando cerraste la puerta del garaje y encendiste el carro.
Tal vez tu padre se puso a llorar, tu hermana no te pudo ayudar,
pero papá, aunque te sintieras tan solo, no tenías donde acudir.
Ay, padre, ¿puedes ver los fragmentos que han caído al suelo,
cuando tú y mamá decidieron que nada se podía salvar dentro de esta casa?
Todo ha cambiado,
todo ha cambiado.
Anoche soñé que estaba en el cementerio,
buscando a mi padre, enterrado en la tierra.
Juraría haber oído que me decía que lo lamentaba,
me dijo que lo lamentaba y que todo ha cambiado.