El pueblo quiere enterarse
por qué ando siempre bebía
y yo le digo a la gente
“porque bebiendo se orvía”.
Pero tú sabes de sobra
que no bebo pa orviá,
sino pa que nadie sepa
lo que te juré callá.
Me está costando la vía
cumplir este juramento,
porque tu nombre a los labios
me sube a cada momento.
Como esta pena que me trajo la suerte,
no hay en el mundo, mi Dió, un castigo;
es como un toro de pasión y de muerte
que está acabando, serrano, conmigo.
Decirlo no quiero, ay, ay, ay no quiero,
ni a mares ni a vientos,
y me callo por ti, compañero…
Esto sí que son grandes tormentos.
y me callo por ti, compañero…
Esto sí que son grandes tormentos.
Ayer te he visto con ella
cautivo y enamorao
y a mí me dio escalofrío
que el cielo se me ha nublao.
Y me temblaron las carne
de la envidia que me entró,
y mi pulso se ha parao
de penita y de doló.
Así que deja que beba
hasta las claras del día
pa recomerme por dentro
este llanto de agonía.