Tener siempre vivos los ojos
y una voz que quiere reír;
permitirme, cuando me venga bien,
parecer disperso, parecer disperso,
permitirme, cuando me venga bien,
por un sí o por un no,
combatir o hacer un verso.
Trabajar sin gloria ni fortuna
en el viaje que me llevará a la luna,
evitar todo lo que no salga de mí
sin renunciar a la modestia, decir:
querido, puedes estar satisfecho de las flores,
de los frutos y de los troncos.
Querido, puedes estar satisfecho de las flores,
si lo recoges de tu ufano jardín, querido.
Y rechazando ser la yedra
y aunque no seas ningún roble
o ningún abeto,
tal vez no subir mucho, no,
pero hacerlo tú solito. (x2)
Y querido, puedes estar satisfecho de las flores,
de los frutos y de los troncos.
Y querido, puedes estar satisfecho de las flores,
si lo recoges de tu ufano jardín.
Si lo recoges de tu ufano jardín.
Si lo recoges de tu ufano jardín.