Cuando me toma,
cada vez que se le antoja,
haciendo uso
de sus derechos conyugales;
sin que valgan más excusas
ni demoras,
sin que importen mis deseos
ni mis males...
Bajo el peso de su cuerpo,
¡cada noche pienso en ti!
Bajo el roce de sus manos,
¡te imagino siempre a ti!
En el beso envilecido de sus labios,
pienso en ti...
Pienso en ti...
¡Pienso en ti...!
[Estribillo:]
¡Qué pena de este amor
que hay que ocultar!
Citándonos en sórdidos moteles...
Llegar al adulterio tras de ti:
¡no puede ser pecado
si el destino lo quiere!
¡Qué pena de este amor
que hay que callar!
Detrás de un pulcro muro de silencio,
tus manos sí que saben la verdad:
donde nacen mis ansias...
¡Dónde muero y dónde siento!
Siempre estoy pensando en ti...
Siempre estoy pensando en ti...
Siempre estoy pensando... ¡En ti!
Cuando escapemos
a otro mundo de esperanza,
donde la gente no nos mire
con recelos;
donde vivamos nuestro amor
en la confianza
de que, si existe,
es porque así lo quiere el cielo...
Si en esta vida nada ocurre
sin que así lo quiera Dios,
no iba a dejar que te adorase
si le ofendiera nuestro amor....
Para vivir, no es mucho el tiempo
cuando hay tanto por vivir...
Tanto por vivir...
¡Tanto por vivir...!
[Estribillo:]
¡Qué pena de este amor
que hay que ocultar!
Citándonos en sórdidos moteles...
Llegar al adulterio tras de ti:
¡no puede ser pecado
si el destino lo quiere!
¡Qué pena de este amor
que hay que callar!
Detrás de un pulcro muro de silencio,
tus manos sí que saben la verdad:
donde nacen mis ansias...
¡Dónde muero y dónde siento...!