Sé que ahí dentro aún vive un pedacito de mí,
un gran amor no se acaba así,
como espumas al viento.
No es cosa de un momento, rabia pasajera,
manía que entra y pasa, como de broma
el amor deja marcas que no se pueden borrar.
Sé que me equivoqué, estoy aquí para pedirte perdón,
cabeza dolorida, corazón en la mano,
deseo al rojo vivo1.
Y sin saber bien la hora ni lo que hacer,
no encuentro una palabra que decirte,
¡ah! si yo fuese tú, volvía conmigo de nuevo.
Y una cosa quede clara, amor,
la puerta va a estar siempre abierta, amor,
mi mirada va a dar una fiesta, amor,
en el momento en que llegues.
1. Lit.: prendiendo fuego