Yo le pregunté a una gitana,
queriendo saber mi destino,
si tu cariñito y el mío
habrían de encontrarse
en el mismo camino.
Leyendo la palma de mi mano,
me dijo que te encontraría,
por eso te he estado buscando
de noche y de día
hasta que te hallé.
Y si a mí tú no me quieres,
te quiero a ti yo,
en la palma de la mano
la gitana lo leyó.
Lo leyó, lo leyó,
la gitana lo leyó.
Lo leyó, lo leyó,
la gitana lo leyó.
(se repite desde el inicio)