Yo sé bien que estoy afuera,
pero el día que yo me muera,
sé que tendrás que llorar.
(Llorar y llorar, llorar y llorar.)
Dirás que no me quisiste,
pero vas a estar muy triste,
y así te me vas a quedar.
Con dinero y sin dinero,
yo hago siempre lo que quiero,
y mi palabra es la ley.
No tengo trono ni reina,
ni nadie que me comprenda,
pero sigo siendo el rey.
Una piedra en el camino,
me enseñó que mi destino,
era rodar y rodar.
(Rodar y rodar, rodar y rodar.)
También me dijo un arriero,
que no hay que llegar primero,
pero hay que saber llegar.
Con dinero y sin dinero,
yo hago siempre lo que quiero,
y mi palabra es la ley.
No tengo trono ni reina,
ni nadie que me comprenda,
pero sigo siendo el rey.