Nací en las playas de Magdalena
bajo las sombras de un payandé,
como mi madre fue negra esclava,
también la marca, yo la llevé.
¡Ay!
Suerte maldita llevar cadenas
y ser la esclava,
y ser la esclava de un vil señor.
(bis)
Cuando a las sombras de una palmera
busco esconderme del rudo sol,
látigos fieros cruzan mi espalda
y me recuerdan que esclava soy.
¡Ay!
Suerte maldita llevar cadenas
y ser la esclava,
y ser la esclava de un vil señor.
(bis)
Si yo pudiera coger mi lanza,
vengarme airada de mi señor,
con gusto viera yo arder su casa
y le arrancara el corazón.
¡Ay!
Suerte maldita llevar cadenas
y ser la esclava,
y ser la esclava de un vil señor.
(bis)