Hoy comienzo a caminar por el otoño
por senderos de amarillas hojas yertas
mientras lentos van mis pasos
por el vértigo que me brinda la tormenta.
En las calles solo encuentro la tristeza
que en un tiempo supo ser mi compañera
y en sus pálidas mejillas
el otoño le pintó unas ojeras.
No encuentro flores en marzo
ni el verde por las praderas
como antes la tristeza
vuelve a ser mi compañera.