(Ahí les va la historia
del viejo prieto bigotón
que se llamaba Porfirio,
apodado el Ojo de Vidrio)
Voy a cantar el corrido
del salteador de caminos
que se llamaba Porfirio
llamábanle “Ojo de Vidrio”,
lo tuerto no le importaba
pues no fallaba en el tiro.
(Acertaba el pelao, y no jerraba)
Se disfrazaba de arriero
para asaltar los poblados.
Burlándose del gobierno,
mataba muchos soldados
nomás franqueaba en los cerros
de puros encalzonados.
Ahí viene el Ojo de Vidrio,
gritaba el pueblo asustado
y a las mujeres buscaba
mirando pa' todos lados,
dejaba pueblos enteros
lleno de puros colgados.
(Dejaba una ensarta de viejos
que parecía aquello un colgadero
de purititos guachales, uaa
ahí se asoleaban pa' la cuaresma)
Después de tantas hazañas
al verlo que se paseaba,
en su caballo tordillo
frente de la plaza de armas
lo acribillaron a tiros
sin que le pasara nada.
Decían que estaba forrado
con un chaleco de mallas,
las balas le rebotaban
mientras él se carcajeaba,
se iba tranquilo a caballo
sin que nadie le estorbara.
Bajaron tres campesinos
de allá del cerro escondido,
traíban al Ojo de Vidrio,
picado de un coralillo,
venía ya muerto el bandido
en su caballo tordillo.