Hay un lirio que el tiempo lo consume
y hay una fuente que lo hace enverdecer
tu eres el lirio y dame tu perfume
yo soy la fuente y déjame correr.
Hay un triste y errante peregrino
y hay una luna que le da su resplandor
tu eres la luna que alumbra mi camino
y yo seré peregrino de tu amor.
Y hay un ave que gime noche y día
y hay un ángel que lo viene a consolar
tu eres el ángel oh dulce amada mía
yo soy el ave y déjame volar.
Y ya con esto comprenderás bien mío
que yo te adoro con fervor pasión
no seas ingrata y que cese tu desvío
calmando el fuego de este corazón.