Desde hace un tiempo se pasea el gusanito
sin importarle ya un pito del dibujo que, a sus pies,
va apareciendo despacito en el pastito
igualito al gusanito pero puesto del revés.
Porque un buen día llegó a estar tan fastidiado
del enigma dibujado que ha empezado a tironear
y con las líneas del dibujo hizo el ovillo
con el que un traje sencillo se hizo hacer en un telar.
Y al presentarse así, vestido de “sí mismo”,
desbordante de optimismo, nos hace reflexionar
que el gusanito “en persona” es diferente
de casi toda la gente que hay en la vida real.
Porque ha entendido que el mundo tiene sentido
si se mira decidido todo junto y de una vez
y si la vida no se lleva repartida:
un pedazo del derecho y un pedazo del revés.
Gusanito del derecho,
dibujito del revés,
dibujito del derecho,
gusanito del revés.