Estaba yo recordando junto al mar,
en una tarde tibia del sol,
la historia que mi abuelo solía contar
de aquel viejo galeón español.
Lo puedo ver,
imponente navegar,
hacia el cielo su palo mayor,
en el timon su bravío capitán
embriagado de salitre y ron.
El galéon español llegó.
dejando una estela en el mar,
al aire su bandera,
su estampa señera
su mundo ha de conquistar.
Pasaron ya mucho años
desde aquel tormentoso día en que atracó,
y aún se ve balanceando
su compás hacia el cielo
su palo mayor.
Ya que la voz de mi abuelo
ya no está en esta tarde tibia de sol,
su corazón aún se siente
palpitar en el viejo galeón español.