Uno de esos cuentos sin final
Hoy en mi voz hace memoria
Cuenta como un pobre cantaor
Nunca logró hacer historia
Fue de pueblo en pueblo por azar
Y en los tablaos dejó su vida
Tres pecetas vale una canción
Ahora esta copla por bulería
La noche del apagón
Sólo tres o cuatro velas medio alumbraban la sala
Entre canción y canción
El humilde cantaor
Apenas ve casi nada
Y de pronto entraste tú
Fuente serena de luz
Pecado inmortal eterno
Mudo nunca cantaré
Si no es para esta mujer
Soy sólo un mar de silencio
El tiempo pasó frío y veloz
Y él encontró fortuna y clase
Respetado y noble gran señor
Se hizo querer
Vivió a lo grande
Iba cada noche en un café
Para escuchar a los artistas
Fama de truhán halagador, amante infiel y buen letrista
Otra noche de tormenta
Sólo un candil quedo en pie en el café de Los Austrias
De repente algo pasó
Una bailarina quieta
Como medio hipnotizada
Se volvieron a mirar
Él callado y ella inmóvil
Esta vez no hubo miseria
Mas arruga y mas amor
Acabaron por vivir
Juntos el final de fiesta
El final de fiesta
El final de fiesta
El final de fiesta