Si vas en ferrocarril
para saber donde estás,
te fijas en lo que gritan
y al instante lo sabrás.
Cuando el tren vaya corriendo
como quien se va de la'o
y oyes hablar de los guajes,
es que llegaste a Silao.
Si el tren se para pronto
y se te acerca un chamaco
gritando '¡Vendo frijoes!',
es que estás en Apizaco.
Fiu, fiu, fiu,
ya el garrote se rompió
fiu, fiu, fiu
y ya el tren se cuatrapeó.
Cuando griten palanquetas
es que llegaste a Pachuca
y si te ofertan chorizo
es que llegaste Toluca.
Si te ofrecen floripondios
es que has ido a Zacatlán,
y si ves que algo te avientan
ya llegaste a Culiacán.
Fiu, fiu, fiu,
ya el garrote se rompió
fiu, fiu, fiu
y el tren se cuatrapeó.
Cuando te brinden cocoles
no dudes que es Irapuato
y si ves algunas momias
estarás en Guanajuato.
Y si en el tren te peleas
y por esa tontería
del tren te quieren sacar,
ya llegaste a Lechería.
Fiu, fiu, fiu,
ya el garrote se rompió
fiu, fiu, fiu
y el tren se cuatrapeó.
Cuando te den enchiladas
es que estás en Tlalpujahua
y si te venden un perro,
cuídate, que es de Chihuahua.
Mas si ves que el tren de pronto
frena su carrera loca
te fijas, y si hay blanquillos,
es que estás en Huehuetoca.
Fiu, fiu, fiu,
ya el garrote se rompió
fiu, fiu, fiu
y el tren se cuatrapeó.