Un huracán de palabras
en la ronda a tabernas.
Orfeón cotidiano: ¡entóname tu plan!
Salpica la sangre, de espuela enloquece;
si no hay paraíso, ¿dónde revientas?
Es cierto:
camino del exceso, fuente de saber,
Un plato de desprecio ahoga el veneno,
mientras dure el dinero y dure el empeño,
ladrillo a ladrillo, quedan años después.
Si estás dispuesto a afrontar
la escena, no es de William Blake.
¿Estás dispuesto a devorar
estrellas que sacien tu sed?
Escucha:
apenas afino melodías de perdedor,
los cielos han gastado mi último suspiro,
quedaron atrás todos los enemigos
y aún me queda la duda de un futuro mejor.
Si estás dispuesto a afrontar
la escena, no es de William Blake.
¿Estás dispuesto a devorar
estrellas que sacien tu sed?
El camino del exceso ...
el camino del exceso ...
el camino del exceso.. ¡dí!:
el camino del exceso.
Quemamos con malas artes el espíritu del vino
y no va a regresar, no, no va a regresar.
Quemamos con malas artes el espíritu del vino
y no va a regresar, no, no va a regresar.
El camino del exceso ...
el camino del exceso ...
el camino del exceso.. ¡dí!:
el camino del exceso.
Quemamos con malas artes el espíritu del vino
y no va a regresar, no, no va a regresar.
Quemamos con malas artes el espíritu del vino
y no va a regresar, no, no va a regresar.