Ya no tengo más excusas que inventarte,
ya no tengo más deseos de fingir.
Ya no sé decir palabras al oído, como ayer:
Es verdad que, en el otoño,
se renueva en mí la fe...
Esa fe por ser feliz sin concesiones
y derecho, en esta vida, por vivir.
Entendiendo, a cada paso, lo importante que es partir
siempre en el momento exacto
en que empieza a decaer...
[Estribillo:]
El amor... El amor...
¡El amor es un juego!
Y el dolor...
¡El dolor es el dueño del miedo
que me ha hecho seguir ocultando
que, a tu lado, no estoy disfrutando!
Y el amor... El amor...
¡El amor es un juego!
Y el dolor...
¡El dolor es el dueño del miedo
que me ha hecho seguir ocultando
que, a tu lado, no estoy disfrutando!
Me estoy apagando...
¡Ya no soy feliz!
Tengo ganas de encontrarme en el espejo,
Frente a frente con la dueña de esta piel.
Te agradezco comprenderme: es difícil ser mujer
cuando, en siglos,
me enseñaron a ceder...
A ceder por cada cosa compartida
y a encontrar, más que un amor, resignación.
Olvidando que esta vida
que nos toca por vivir,
es el premio recibido por nacer...
[Estribillo:]
El amor... El amor...
¡El amor es un juego!
Y el dolor...
¡El dolor es el dueño del miedo
que me ha hecho seguir ocultando
que, a tu lado, no estoy disfrutando!
Y el amor... El amor...
¡El amor es un juego!
Y el dolor...
¡El dolor es el dueño del miedo
que me ha hecho seguir ocultando
que, a tu lado, no estoy disfrutando!
Me estoy apagando...
¡Ya no soy feliz!
¡Ya no soy feliz...!