Desgarra la gruesa piel
que pesa sobre mis hombros.
Despréndela por mí,
parte por parte,
pieza por pieza.
Quiero mostrarte quién soy
más allá de mi cuerpo,
más allá de mi carne.
Dejarte entrever,
mis fragmentos límpidos,
no humanos.
Mírame,
tal como soy,
y acéptame.
No los dejes
robarme el alma.
No dejes que la manchen.