Domingo de Pascua, estábamos caminando
Domingo de Pascua, estábamos conversando.
Isabel, mi pequeña, dame la mano.
Ha llegado la hora.
Isabella, todo brilla
Isabella, todo es saber.
Y mi corazón, Isabella
Y mi cabeza, Isabella.
Frederick y Vitalie,
el salvador mora dentro de ti.
Oh, el camino se dirige al sol,
hermano, hermana, ha llegado la hora.
Isabella, todo brilla
Isabella, todo es saber.
Isabella, estamos mueriendo
Isabella, estamos alzándonos.
Soy la primera, la tierra santa,
la semilla infinita del misterio,
la espina, el velo, el el rostro de la gracia,
la imagen de cobre, el ladrón del sueño,
el embajador de los sueños, el príncipe de la paz.
Soy la espada, la herida, la mancha,
el despreciado y transfigurado hijo de Caín.
Desgarro, termino, regreso
y de nuevo soy la sal, la risa amarga.
Soy el gas en el seno de la luz, la estrella de la tarde,
la bola de vista que guía, que derrama las lágrimas de Cristo,
muriendo y secándose conforme me alzo esta noche.
Isabella, estamos alzándonos
Isabella, estamos alzándonos...