Mi radiante sol mañanero
con su largo pelo dorado,
me trae mi taza de café a la cama,
y su camison de seda roza
mi pecho cuando se inclina,
y las imágenes de la noche pasada
se aceleran en mi mente.
Con su beso me hace sentir
que aunque el sol se alejase,
aún así, todo sería perfecto.
Y es una pena que ningún hombre pueda
empezar el día con sol radiante en la mañana,
pues ella es mía.
Ella entrega su sonrisa tan fácilmente
y hace que el día transcurra mejor.
Ha iluminado cada noche
que hemos conocido.
Sus manos son tan cálidas y ligeras,
que acaricia mis mejillas suavemente.
Es tan bueno saber que el sol radiante me pertenece.
Hemos pasado por tantas cosas juntos,
toda la alegría, lágrimas y risas...
Y hemos estado tan limitados,
no teníamos ni un céntimo.
Y es una pena que ningún hombre pueda
empezar el día con sol radiante en la mañana,
pues ella es mía.
Mi radiante sol mañanero
con su largo pelo dorado,
me trae mi taza de café a la cama,
y su camison de seda roza
mi pecho cuando se inclina,
y las imágenes de la noche pasada
se aceleran en mi mente.
Con su beso me hace sentir
que aunque el sol se alejase,
aún así, todo sería perfecto.
Y es una pena que ningún hombre pueda
empezar el día con sol radiante en la mañana,
pues ella es mía.
Ella es mía
Ella es mía
Ella es mía