Un día me marché de casa
Para vender alfileres de gancho.
Un día me marché de casa
Para vender alfileres de gancho
Me llama una muchacha, "entra, entra
¿Cuántos alfileres me das por una lira?"
Me llama una muchacha, "entra, entra
¿Cuántos alfileres me das por una lira?"
Y yo, que soy un poco malicioso,
Rápidamente me adentré en la casa
"Ah, ¿quién quiere unos bellos alfileres de gancho?
Ah, ¿quién quiere unos alfileres? ¿Quién quiere?"
Le dije "si tú me das tres o cuatro besos,
Te doy todos los alfileres de gancho"
Le dije "si tú me das tres o cuatro besos,
Te doy todos los alfileres de gancho"
Unos pellizcos y unos besos no hacen agujeros
Y puedes llenar de alfileres el país.
Unos pellizcos y unos besos no hacen agujeros
Y puedes llenar de alfileres el país.
Escúchame, que también en el Paraíso
Cinco besos cuestan un lira
"Ah, ¿quién quiere unos bellos alfileres de gancho?
Ah, ¿quién quiere unos alfileres? ¿Quién quiere?"
Dijo: "bello mío, éste es el país
En el que, si te pica la nariz, mueres asesinado"
Dijo: "bello mío, éste es el país
En el que, si te pica la nariz, mueres asesinado"
Y yo le respondí: "ten paciencia y disculpa,
Tengo a mi prometida y está en casa"
Y yo le respondí: "ten paciencia y disculpa,
Tengo a mi prometida y está en casa"
Tengo a mi prometida y está en casa.
Y tiene el rostro como las hojas de una rosa
Y tiene la boca como una cereza"
"Ah, ¿quién quiere unos bellos alfileres de gancho?
Ah, ¿quién quiere unos alfileres? ¿Quién quiere?"