Se encienden las luces, la ciudad está repleta.
En el aire, el aroma a vicio se siente,
realmente me siento extraordinariamente.
Esta noche salgo sola,
observo el reloj,
veo que pasaron las 2,
pero no quiero estar ahora en casa, porque es sábado
no es un día para la tristeza,
no me interesa que tengas a otra.
Dos píldoras para distorsionar la verdad,
tres bebidas para tener otro rostro,
cinco minutos de una dulce venganza
con alguien peor que tú...
Pero esta noche, al menos, con una sonrisa dormiré
y mañana, lloraré.
¿Adónde están ahora tus amigos?
Para que me vean con él cuando me vaya.
Quizás eso arruine tu noche,
cuando recibas un mensaje de ellos
"vimos a tu chica con un tipo cerca del barrio.
Quizás la esté llevando a casa" porque el sábado no es una día para la tristeza,
y no me interesa que tengas a otra.